Un líder necesita contar con habilidades que impulsen ese cambio: pensamiento analítico, innovador, tener influencia social, entre otras. En este caso, las redes de colaboración y apoyo son indispensables para provocar el cambio, mientras se sale de la zona de confort y se pasa a la zona de aprendizaje constante.
Algunas de las empresas que hoy vemos exitosas, en realidad comenzaron en épocas de incertidumbre, crisis o grandes problemas geopolíticos, cuando los líderes de esas nacientes organizaciones se atrevieron. El líder siempre toma la bandera y se embarca en algo a pesar de las circunstancias. Porque lo importante es tener el mindset correcto, esa actitud positiva y de cambio que hace que las cosas pasen. El líder debe ser un agente multiplicador de cambio.
Considero a las organizaciones como entes vivos, que cuando tienen ansiedad por el futuro, o nostalgia por el pasado, se paralizan y no promueven el cambio. Pero hay que avanzar, diferenciarse y capturar valor, aprovechar las oportunidades, porque el futuro ya llegó.
Las habilidades que deben poseer las personas en esta década que apenas comienza son: pensamiento analítico e innovación, seguida de aprendizaje activo, liderazgo, influencia social, responsabilidad, uso y desarrollo de tecnología. Los líderes de empresas deben estimular la transparencia entre sus colaboradores, a través del intercambio de información, para que estos se sientan motivados, se fomente el talento y la crítica constructiva. Un agente de cambio debe estar impulsado por propósitos, y también colaborar para acelerar, capitalizar y gestionar el riesgo. Se involucra y teje redes de apoyo, y ejecuta de cara al futuro. No espera que las cosas se normalicen, porque sabe que las condiciones nunca son perfectas; prueba, innova, porque entiende que, si no actúa, la competencia lo hará.
La actualización debe ser una constante en el agente de cambio, que pueda liderar una organización conectando con su gente, inspirando el trabajo colaborativo. Hay que derribar las barreras del cambio, ser comprometidos, dejar el miedo a lo desconocido y ejecutar los planes, pendientes de los niveles de satisfacción.
La importancia de la gerencia de Capital Humano en su papel de dedicarse a profundizar en lo que esperan y desean los colaboradores de la empresa. La experiencia de empleado debe ser tomada en cuenta cada vez más. Recomiendo la metodología ‘Design Thinking’ para abordar la resolución de problemas en la empresa, porque se centra en las personas, promueve el trabajo en equipo, y hace énfasis en una actitud positiva. La empatía es fundamental en este proceso de mejora, y la cultura de la empresa debe estar alineada con estos esfuerzos.
Recomiendo que las comunicaciones en la empresa sean segmentadas y personalizadas, aplicando la inteligencia emocional. Hay que ser más empáticos, porque la idea es sumar valor, así sea de manera remota.
El mundo cambió; perdamos el miedo y cultivemos nuevas habilidades, enfoquémonos en la estrategia, escuchemos, estimulemos el pensamiento centrado en las personas, desarrollemos la agilidad y, sobre todo, seamos agentes de cambio que inspiren, motiven, y conecten con nuestros colaboradores.
– Reinaldo Valbuena-